Se trata de la ya conocida fiesta de "el toro de la vega", un festejo taurino donde un morlaco es conducido a través del pueblo por una jauría de jinetes hacía un descampado a las afueras del pueblo; aunque a todo esto hay que sumarle que los jinetes van armados con lanzas, los cuales no dudan en usarlas contra el animal. Una vez llegado todo el "festejo" hacia las afueras del pueblo,
el animal es rodeado y asesinado a lanzazos por los jinetes.
Llegadas estas fechas diversas organizaciones antitaurinas se movilizan para acudir a Tordesillas y manifestarse en contra de este "festejo" tan "peculiar". Aunque una vez llegadas al pueblo éstas son casi arrinconadas en un pequeño espacio donde les dejan manifestarse, siempre rodeados de efectivos policiales y vallas de contención. A todo esto, la fiesta sigue su
curso.
Una vez que el toro alcanza el descampado, se "abre la veda" para matarlo de un lanzazo -está regulado que antes de un tiempo determinado no se le haga una herida mortal al toro-. Una vez muerto el toro, el afortunado lancero que ha tenido el honor de matar a un animal con una lanza medieval tiene el derecho de rebanarle los testículos al animal, clavarlos en su lanza, y pasearse por todo el pueblo -cabe decir que esta práctica está siendo abandonada, que detalle...- entre los rebuznos de una multitud enfervorizada.
Llegado a este punto, me pregunto el por qué de esta "fiesta" primitiva y anacrónica. Puede ser que viendo cómo se defienden los seguidores del toro de la vega pueda entender algo...
"Las fiestas mayores de Tordesillas se celebran la segunda semana de Septiembre. Se hacen en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Peña [...] El día más grande es el Martes, cuando se corre el famoso "Toro de la Vega". Este tradicional, famoso y único en el mundo espectáculo taurino viene celebrándose desde hace siglos. El Toro de la Vega es, además, la pervivencia de uno de los rituales taurinos más antiguos y únicos de España: El Alanceamiento del Toro".
"Atravesando el puente, el toro se enfrenta a su suerte. Al otro lado le esperan caballistas y peones provistos de lanzas que no pararán hasta matarle a través de un espacio acotado de la amplia vega que se extiende al otro lado del río. Este Torneo se rige actualmente por unas normas establecidas por el Ayuntamiento de Tordesillas, que básicamente consisten en la prohibición de intentar abatir el toro hasta que no llega a una zona delimitada a tal efecto y la total prohibición del uso de cualquier vehículo a motor en la zona del Torneo".
"El afortunado que haya conseguido darle al lanzazo mortal tiene el derecho de arrancar los testículos al toro y mostrarlos orgulloso en el extremo de su pica. (Desde hace varios años, esto último no se permite, aunque algunos bestias lo intenten). El Ayuntamiento otorga al ganador una insignia de oro y le obsequia con una lanza de hierro forjado".
En la página web del Patronato del Toro de la Vega se repite la misma historia; además, se pueden leer una serie de comentarios favorables al festejo y tachando de "borregos" e "hipócritas" a los que se manifiestan en contra del evento. La alcadesa de Tordesillas, María Milagro Zarzuelo, defendió la fiesta ante las cámaras, aduciendo que es un combate donde "el hombre cuenta con un arma, la lanza, y el toro con dos" -se refiere a los cuernos...-. Otras reacciones de los seguidores del festejo se quejaban de que los manifestantes anti- toro de la vega se encontraban escoltados y detrás de la vallas, y que no daban la cara -no olvidemos que estan obligados a estar "encerrados" durante el festejo-. Además, utilizan argumentos antropológicos:
"El británico Julián Pitt-Rivers, fallecido hace escasos años, quien en un estudio fechado en 1985 vinculó el Toro de la Vega o de la Peña a ritos de purificación, al considerar que representa la sexualidad impura, natural y desenfrenada, un pecado que Tordesillas pretende expulsar desde su comunidad hacia la naturaleza de la que vino, donde los mozos intentan inmolarlo en un sacrificio como símbolo de pureza y garantía de orden social".
Después de ver todo esto, sigo pensando igual que antes... aunque en vez de simplemente quejarme por el asesinato de un indefenso animal, me gustaría encaminar mi opinión hacia otro aspecto: ya no es por la muerte de un toro, que ya de por sí es cruel en las condiciones en las que se produce, sino por el ejemplo y la visión que dan al exterior de ellos mismos al participar en este tipo de festejos.
¿De verdad alguno de los jinetes participantes se cree que él está persiguiendo a un toro con una lanza medieval por algun tipo de rito de purificación? El hecho de estar participando en tal acontecimiento dice mucho de esa persona; el simple hecho de ver bonito algo tan desagradable nos está diciendo que esa persona no tiene ningún respeto por el medio donde vive, y que disfruta "jugando" y torturando a un ser vivo. Además, está demostrando el topicazo que llevamos encima los españoles, el de un país donde se disfruta y se celebra matando cruelmente a distintos animales.
Los habitantes de tordesillas favorables al toro de la vega insultan y recriminan la actitud de los que ellos denominan "un grupo de indeseables"; no explican el por qué cada año al cifra de espectadores del festejo disminuye, y el por qué cada año esta fiesta recibe peor prensa.